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¿Qué es ser un verdadero discípulo?

  • Foto del escritor: This is Life
    This is Life
  • 12 jul 2019
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 15 jul 2019

Se puede definir un discípulo como una persona comprometida a seguir a un maestro, imitando su vida y transmitiendo sus enseñanzas. Ahora bien, ser discípulo de Cristo es imitar la vida de Cristo y transmitir sus enseñanzas. Sin embargo, en tiempos actuales se tiene un concepto que ser “cristiano” es igual a ser un “discípulo de Cristo”. Sabías que originalmente a las personas que vivieron en el primer siglo, que seguían a Jesús y sus enseñanzas no se les llamaba “cristianos”, sino que Jesús mismo los llamaba “discípulos”. Si nos ponemos a revisar detenidamente en la biblia se menciona la palabra “discípulo” más de 270 veces, en cambio la palabra "cristiano" aparece solamente 3 veces en la Biblia, ya que dicho término fue el nombre que le dieron las personas del mundo a los discípulos años después del comienzo de la iglesia posterior a la muerte de Jesús. Por esta razón hoy en día, las personas que creen y viven las enseñanzas de Jesucristo somos llamados “cristianos”. Sin embargo, Jesús tenía otra palabra que tiene un significado profundo y poderoso acerca de ser un discípulo. Una característica principal de cualquier discípulo es que hace lo que se le ordena y no lo que quiere o le parece. Cuando Jesús llamó a la gente a que le siguiera, dijo palabras que ningún maestro pudo decir: “Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer lo que quiera. Tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando” (Lucas 9:23, TLA). Estos requisitos que Jesús habló suenan bastante descabellados y difíciles de cumplir, pero Jesús en ese tiempo animó a que las personas que los seguían se convertirían realmente en verdaderos discípulos, los cuales les prometió que les transmitiría su misma clase de vida. ¿Por qué? Porque todos ellos formarían parte de la iglesia que el establecería. El propósito que Dios estableciera la iglesia sobre la Tierra es para transmitir vida y no un sistema de credos religiosos, por eso la Iglesia es el cuerpo de Cristo, la representación misma del Señor, y no una organización o institución religiosa. Por esta razón la Biblia dice: “… así como Cristo es cabeza y salvador de la iglesia, la cual es su cuerpo” (Efesios 5:23b, NVI). Dios no puso un “director general de una empresa llamada Iglesia”, sino una cabeza que transmita y comparta con su cuerpo la misma clase de vida como él la tiene. De hecho, el apóstol Pablo reafirma lo que Jesús habló a sus primeros discípulos diciendo: “Si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos.” Romanos 14:8 NVI, esto es interesante porque nos menciona que al ser un discípulo debemos vivir entregados a Cristo y a sus propósitos en esta Tierra, despojándonos de nuestros propósitos y deseos personales. Otra característica importante que la Palabra muestra que tiene los discípulos de Cristo es el amor por la Iglesia. “Todos los que habían creído eran de un mismo sentir y de un mismo pensar. Ninguno reclamaba como suyo nada de lo que poseía, sino que todas las cosas las tenían en común” (Hechos 4:32, RVC). Esta práctica es la máxima expresión de la ausencia de egoísmo y de que el individualismo no tiene lugar en la Iglesia, tal como Jesucristo la concibe. Es por eso que debemos de cuidar la armonía y la unidad procurando siempre el amor a la iglesia y a los integrantes de ella. Vivir en amor quiere decir tener una relación de amistad y respeto. El deseo de Dios para Su iglesia es que vivamos en amor los unos con los otros. Jesús oró al Padre para que en la iglesia hubiera unidad (Juan 17:20-21). Él se refería a que haya un mismo sentir entre los hermanos y hermanas, que tengan una relación sana y de amistad, y que reine la paz en la congregación. Por último, otra característica que conlleva ser un verdadero discípulo es producir discípulos. "Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo". Mateo 28: 19-20 NVI. Pero debemos de tener en cuenta que para producir discípulos es necesario ser un discípulo, yo no puedo enseñarle a alguien a olvidarse de sus deseos personales si yo no me olvido de los míos, yo no puedo enseñarle a alguien que este dispuesto a morir si yo no estoy dispuesto a morir, yo no puedo enseñar a alguien a obedecer todo lo que Jesús manda, si yo no hago ni obedezco todo lo que Jesús manda. Como reflexión podemos examinarnos y ver qué características cumplimos para ser un verdadero discípulo y si notamos que tenemos alguna característica que estamos fallando o que no la cumplimos al 100% como lo expresa la palabra de Dios, siempre podemos recurrir a una oración personal con Dios y exponerle de forma sincera, nuestro anhelo por ser verdaderos discípulos de Cristo con el propósito de que podamos producir mas discípulos y el actuará en nosotros.


Por Axel Flores

 
 
 

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